El desafío de Mikel

Con 24 años, Mikel Bidaurre sufrió una lesión medular que le dejó en silla de ruedas. Su coraje le ha llevado a cumplir un reto: lanzarse al mar y bucear sentado en ella para mostrar que los límites sólo están en la cabeza.

¿Es posible bucear en silla de ruedas? Mikel Bidaurre navarro de 29 años responde a esta pregunta lanzándose al mar con su silla de ruedas para demostrar que “que se puede llegar lejos, incluso con silla" porque “la discapacidad se lleva en el culo y no en la cabeza”. Unas palabras que repite justo antes de sumergirse en las aguas del Cantábrico y dibujar con sus dedos la señal de ‘ok’.

“Queremos impactar en la sociedad con un video que haga mirar la discapacidad de forma diferente. Invitamos a que se sumerjan con Mikel, dejen en la orilla los prejuicios y vean las capacidades de una persona con discapacidad. Porque "si una persona es capaz de dejar en la barca su discapacidad y sumergirse en el mar…por ejemplo, ¿por qué no va a ser capaz de trabajar si está formada para ello?”, explican desde COCEMFE Navarra, que abre con este video una campaña de sensibilización con la colaboración con la Fundación Caja Navarra.

Con 24 años, Mikel Bidaurre sufrió una lesión medular que le dejó en silla de ruedas. Su coraje le ha llevado a hacer actividades como vela, descenso de barrancos, maratones, el camino de Santiago en bici adaptada… “Con trabajo y aptitud yo creo que se puede superar todo. Las desgracias vienen solas, no hay que darles argumentos y para el ‘no’, siempre hay tiempo”.

Su último reto, hacer buceo... pero en silla de ruedas. "En el agua, tu cuerpo se mueve muy fácilmente, sientes que vuelas, una sensación muy agradable. Y sales del agua mejor de lo que entras, con el cuerpo más relajado, más tranquilo", explica Mikel, quien busca con esta actividad “el efecto contagio”.

“La imagen de bucear con la silla de ruedas es un recurso para concienciar. Se pretende visualizar la discapacidad y enseñar que se puede llegar lejos, incluso con silla porque ésta sólo se lleva en el culo y no en la cabeza”. Y añade: “Lo volvería a hacer”.